HISTORIA

La fundación de Hughes está íntimamente vinculada a la llegada del ferrocarril a la zona y data del 15 de abril de 1915. Sin embargo, las tierras que actualmente  ocupa la jurisdicción de la localidad no estaban completamente despobladas antes de esa fecha,  sino  que se hallaban divididas en una serie de grandes extensiones que ya reconocían propietarios (campos Hughes, Smith, López Saavedra, Bancalari, Dasso, Moreno, Planes), cuyas posibilidades de desarrollo económico estaban estrictamente limitadas por la carencia de una comunicación fluida con los mercados de sus potenciales producciones. En efecto, antes de la llegada del ferrocarril nos encontramos en presencia de grandes estancias dedicadas ante todo al pastoreo de hacienda semisalvaje y marginalmente a la agricultura, con muy bajo nivel de ocupación humana y serias dificultades de comunicación con las estaciones ferroviarias más próximas: Wheelwright, Labordeboy, San Urbano, situadas entre 15 y 25 kms. de distancia. Sin embargo, ya se había superado con mucha anterioridad otra dificultad importante para este tipo de asentamientos, cual era la presencia de indígenas.

En cuanto a nuestra localidad, la compañía ferroviaria inició tratativas con algunas de los estancieros de la época a fin de obtener la donación de las tierras para el paso de las vías y la construcción de la estación correspondiente.

En principio las realizó ante el señor Domingo López Saavedra, establecido en la zona desde 1883, pero el intento fracasó por la negativa del propietario. A partir de allí la compañía se orienta a trabajar con el señor  Felipe Hughes, inmigrante irlandés, quién accede a realizar la donación solicitada en el ángulo sudoeste de su propiedad, que abarca un total de 2.500 hectáreas.

Dada esta circunstancia, se procede a denominar Hughes a la estación construida en el km 63 del ramal, de acuerdo con lo estipulado el 30 de septiembre de 1.913. La apertura oficial al servicio público se produjo el 9 de mayo de 1.916. Sin embargo la estación comienza  a registrar tráfico de mercaderías y pasajeros desde 1.914, teniendo en cuenta que ya en ese momento se encontraba comunicada con las estaciones terminales del ramal.

Paralelamente, el señor Hughes procedió a construir Hughes y Cía ( luego Estancias Hughes S.A.) que se ocuparía de fijar colonos y en parte de su propiedad, explotar el resto y lotear los terrenos para viviendas y quintas cercanos a la estancia. Para lograr esto último era necesaria la aprobación de la traza del pueblo proyectado por parte del gobierno de la provincia. Al mismo tiempo se trataba de lograr que la nueva población quedara incluida dentro de lo dispuesto por la ley provincial del 25 de noviembre de 1.887, que exceptúa de impuestos  de contribución directa y patentes por tres años a los pueblos fundados en estaciones de ferrocarril, siempre que alcanzasen un mínimo de 130 hectáreas y que sus propietarios o fundadores destinasen terrenos para edificios públicos y dejasen calles de un mínimo de veinte metros de ancho.

Luego de un largo intercambio epistolar con el Ministerio de Agricultura de la provincia, Estancias Hughes logró imponer su criterio de que el nuevo pueblo efectivamente excedería las 130 hectáreas si se incluían las quintas destinadas a convertirse en manzanas habitadas en el futuro. Por eso cuando el gobernador Manuel Menchaca y su ministro José Amavet dictan la resolución del 15 de abril de 1.915 por la cual se aprueba el trazado del pueblo, éste queda comprendido dentro de los beneficios de la ley de 1.887 siempre y cuando se cediesen al fisco los terrenos correspondientes.

Parientes, paisanos y vecinos. Una historia de Hughes. 1.915-1.990; María Teresita Braccia, Alejandro Romano, 1.997 )